martes, 27 de septiembre de 2011

TOMAS RONCERO EN EL BONILLO


            El pasado 8 de julio de 2011 visitó nuestro pueblo el controvertido periodista Tomás Roncero, forofo madridista y columnista deportivo del diario AS.
Tomas Roncero recibiendo los libros de manos de
Antonio Emilio Fernández Chillerón
            Acompañado de unas 30 personas de la peña del Real Madrid de El Bonillo cenaron en “El Puchero” y entre los distintos obsequios de recuerdo que le dieron del pueblo, mi hermano Antonio Emilio, también aficionado madridista, tuvo el placer de obsequiarle con sendos libros de dos de las distintas hermandades de Semana Santa de El Bonillo: “1772/2007, 225 Años Caminando con El Nazareno” y “Los Armaos de El Bonillo –Guardia, Soldadesca y Compañía-“.
             Colores aparte -pues la cultura no tiene color- espero que los disfrute.

TRADICIONES

-ARTÍCULO PUBLICADO EN EL BOLETÍN DE NOTICIAS DE EL BONILLO-
             La pasada feria de tradiciones, invitado amablemente por el Excmo. Ayuntamiento, tuve la oportunidad de hablar sobre la industria del transporte, desde la antigüedad, en El Bonillo, vinculado al continuo trasiego realizado por carreros, arrieros y trajinantes de los diversos productos que se producían en nuestro pueblo: cal de las caleras de la dehesa boyal para materiales de construcción, barro de los barreros para tejas y adobes, carbón y picón de las carboneras con destino a la Villa y Corte de Madrid, piedra de las canteras de Sages para pilas y brocales, toba para los suelos procedente de los terreros existentes en la carretera de Ossa de Montiel, miera de los enebros para curar la roña de los ganados, yeso de la Moheda, sal de Pinilla con destino a Andalucía y Extremadura, madera de las sabinas con destino a la industria naval en Cádiz, etc.
            Durante la disertación recité un cantar o dicho popular de aquella época, cantado por arrieros y jornaleros tras la posguerra, que de alguna forma reflejaba los avatares del acarreo en esos años.  Tras finalizar el acto algunos vecinos se acercaron indicándome que recordaban haber oído, de pequeños, la letrilla de la canción en aldeas y cortijos, sobre todo por la zona de los cuartos de Munera. Particularmente Puri Martínez me insistió sobre la posibilidad de disponer del citado cantar, pues la letra hace referencia a sus antepasados, comerciantes procedentes de Valencia afincados en el pueblo que vendían cacharros de loza, la familia del “Ches”. La canción también cita la importante tienda de ultramarinos que por esos años regentaba en el pueblo Pedro Marín, donde había de todo o casi de todo, pues sombreros no tenía.    
                                  
                                   Hemos estao en la aceituna,
                                   donde hemos pasao el invierno,
hemos ganao tres mil reales
y hemos comprao el burro negro,
y la albarda nos la dieron.

El bozo y la cabezá,
‘le’ tuvimos que comprar.
Las agüeras las hicimos
antianoche allí en un rato,
como nos íbamos a venir,
para poder traer el hato.

La guitarra la compramos
al pasar por La Solana,
las hoces y los manguitos
y dedales de badana.

Albarcas no las compramos,
que no tenía el gorrionera
de “en ca” Pedro Marín gorra,
al pasar por El Bonillo,
nos compramos estas gorras
(que sombreros no tenía)

La bombona la compramos
al pasar por El Bonillo,
de “en ca” el Ches, el cacharrero,
este vaso y el lebrillo.

Esta sartén y caldera
son de una fundición,
y un herrero de El Bonillo
nos ha dao este cucharón.  (Popular)

Ramón Fernández Chillerón